Resplandor Cultural: La Danza Folklórica en Puebla
Por Natalia García Morales

En los corazones de las plazas de Puebla, donde las fachadas coloniales abrazan las almas del pasado y el presente, la danza folklórica se erige como una vibrante expresión de la identidad regional. Con sus giros elegantes y trajes que deslumbran bajo el sol, los bailarines se convierten en embajadores de una tradición arraigada en las raíces más profundas de la comunidad.
Los orígenes de la danza folklórica en Puebla se remontan a la época prehispánica, cuando las comunidades indígenas celebraban con danzas rituales dedicadas a los dioses y la naturaleza.
Estas tradiciones fueron posteriormente fusionadas con influencias europeas durante la época colonial española, dando lugar a un rico y variado repertorio de bailes que aún perduran en la actualidad.
Según el investigador cultural Fernando Merino, en su libro "La Danza Folklórica en Puebla: Tradición y Renovación", la danza en esta región ha evolucionado a lo largo de los siglos, fusionando influencias indígenas, españolas y africanas.

Cada paso de baile, cada movimiento de las manos, está impregnado de historia y significado. Las danzas ritualistas, como la de los Huehues y la de los Quetzales, honran las tradiciones prehispánicas y celebran la conexión entre la humanidad y la naturaleza. Mientras tanto, los sones y jarabes reflejan la alegría y el espíritu festivo de la vida cotidiana en los pueblos y ciudades de Puebla.
La danza folklórica no solo es un espectáculo para el público, sino también una forma de preservar y transmitir la identidad cultural de Puebla a las generaciones futuras. En palabras de la maestra María González, "Cada movimiento cuenta una historia, una historia de nuestra gente, nuestras raíces, nuestra alma".
Los festivales y eventos culturales, como el Festival Internacional de Puebla y el Festival de la Ciudad de Puebla, son vitrinas donde este arte brilla con todo su esplendor, atrayendo a visitantes de todo el mundo para sumergirse en la riqueza y la diversidad de la tradición dancística poblana.
A pesar de los desafíos modernos y la influencia de las tendencias globales, la danza folklórica en Puebla continúa floreciendo, adaptándose y renovándose sin perder su esencia. Es un testimonio vivo de la resistencia cultural, una celebración de la identidad compartida que une a los habitantes de Puebla en un vínculo indisoluble con su tierra y su historia.
En el corazón de México, entre las sombras de los volcanes y los susurros de la historia, el folklore dentro de la danza, florece como un testamento viviente de la identidad cultural de Puebla.
Las fuentes para esta crónica incluyen entrevistas realizadas a bailarines y coreógrafos de compañías folklóricas prominentes en Puebla, como el Ballet Folklórico de la Universidad de las Américas Puebla y el Ballet Folklórico Infantil de Puebla. Además, se ha consultado el trabajo de etnógrafos y antropólogos especializados en la cultura poblana, como la antropóloga Margarita Nolasco y el etnomusicólogo Jorge Guillén.