Casa de los Muñecos: Un recorrido lleno de arte y conocimiento
Por Luz Karina Capultitla Delgado
La "Casa de los Muñecos" es un museo universitario perteneciente a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), ubicado entre la calle 2 Sur y la Avenida Reforma, abierto a todo el público de lunes a domingo para maravillar a las personas que gusten visitarlo.
Cada día la Casa de los Muñecos abre sus puertas a las 10:00 a.m. para todos los visitantes, lo primero que se puede visualizar al ingresar al museo es la recepción, el costo de entrada es de $30 pesos o gratis para la comunidad BUAP. Una vez registrada tu visita, inicia el recorrido por los 3 niveles que contiene este museo.
El primer piso cuenta con tres salas ambientados en la prehistoria, la primera está dedicada a la exposición de especies extintas como los huesos de un mamut y plantas exóticas como la flor de fucsia, la segunda tiene en exposición artículos como lanzas, y finalmente la tercera sala está dedicada a los artistas destacados que contribuyeron en la historia de la universidad.

Fotografía: Luz Capultitla
Al finalizar el recorrido del primer piso se encuentran unas escaleras que te dirigen al segundo nivel. Lo primero que aparece al ingresar a este nivel es una línea del tiempo sobre teólogos y maestros que han contribuido a la historia de la BUAP, este piso cuenta con 8 salones, el primer salón contiene pinturas, el segundo salón una maqueta a escala sobre el edificio Carolino. Al avanzar en estos salones se puede ver una analogía entre la evolución del mundo y lo que se expone en el museo.
Y finalmente, el tercer piso consta de solo pinturas como la última cena o el lienzo de la Virgen de Guadalupe. Al ingresar a este piso se puede percibir un olor diferente, el ambiente es cálido y los salones se encuentran ligeramente iluminados.
La Casa de los Muñecos es un amplio museo que ilustra la mente y aporta al conocimiento de las personas que visitan este lugar. Sus paredes tapizadas por obras de arte cautivan a los visitantes y los hacen suspirar por el romanticismo de este lugar que ha mantenido sus puertas abiertas por tanto tiempo y que aún pretende seguir haciéndolo.


Fotografía: Luz Capultitla